CUATRO LOCOS LINDOS

Cuatro locos juntan ilusiones en una esquina. Saben que la gente se cansa de buscarlas y las deja tiradas cuando las pierden. Increíblemente llegaron a un acuerdo. Ellos construirán un sueño que abarque a los pobres de corazón, a los desesperados y desahuciados, a los que no pueden hablar fuerte porque perdieron hasta la voz, a los ciegos de futuro, a los sordos de risas –aunque estas sean prestadas-

Lo más increíble era que todos tenían nacionalidades diferentes y nunca antes se habían conocido, ni siquiera hablaban el mismo lenguaje, pero pronto aprendieron a hablar el mismo idioma. Los silencios ajenos les dieron voz. Así esta magnífica locura solo era interrumpida por algunos lapsus de cordura de la opresora sociedad de los que se creen dueños de la verdad  e imponen las “reglas” que deben seguir algunos seres a los que les dicen normales, y en realidad son aplastados por la ambición de cuatro vivos que quieren manejar el mundo.

Ahora es tiempo de recorrer el orbe, se dijeron, para poder juntar todas las ilusiones que van dejando por el camino. Así fue como la italiana dijo “Arrivederci” y partió hacia el este. “Zie je later” se escuchó decir al holandés cuando partió hacia el norte. El australiano dijo en voz alta –como siempre hablaba- “Good bye” mientras decidido caminaba hacia el sur-este. “Caminen siempre adelante y no se detengan” se escuchó gritar en castellano al argentino para que todos lo oyeran, nos volveremos a encontrar y partió decidido rumbo al noreste.

Pasado un tiempo sin tiempo, y después de rodear la tierra, los cuatro locos se encontraron en la misma esquina donde empezaron a juntar ilusiones. 

Después de comentarse las novedades de tan fantástico viaje -más convencidos que nunca- ellos comenzaron a construir su sueño.

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El excelso ciudadano