VI - HISTORIA(S) DE VIDA: JUAN
Pero
su amor por las almas no quedaba allí. Le apasionaba también la psicología, la
psicología pura de Paul Jagot, quién, según sus palabras, era todo un sabio y
ésta no era sino una cualidad admirable para Juan.
La
sabiduría, la verdad, la certeza. Comenzó a interiorizarse en sus lecturas a
los 14 años, época coincidente con el abandono del Liceo militar y con su
primer “diagnóstico” de enfermedad –con internación-.
Su admiración por Jagot crecía año tras año, y
no podía sino dedicarse por entero a sus lecturas… pero la fascinación tuvo en
un momento un punto trágico.
Al
no poder comprender uno de los libros, al enfrentarse a la inermidad de no
saber, de sentirse despojado de certeza decidió matarse -Sí, fue ahí cuando
ingresa por primera/¿segunda? vez al Hospicio-.
Su segunda muerte sería después, está vez el
motivo fue que lo hayan dejado en el infierno, que lo hayan dejado en dónde no pertenecía.
***
Ma.
Laura Almirón
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