EL ABRAZADOR
Creo que no conocía el significado de la
palabra Maldad. Era feliz y transmitía la alegría de vivir -tan propia de él- a
sus familiares, amigos y también a todos aquellos que tuvimos la suerte de
cruzarnos en su camino.
Siempre con una sonrisa que iluminaba su
rostro. Creo que tenía unos cuarenta años aproximadamente, y en el tiempo en
que lo conocí, nunca lo vi triste o deprimido, todo lo contrario. Con cada
conocido, comenzaba los encuentros con un gran abrazo –su marca registrada- Sí
estabas triste o bajoneado, lo mejor que te podía pasar, era encontrarte con
él.
Hoy partió en un largo viaje estelar. La
cardiopatía congénita asociada con su síndrome de Down, le había pasado la
factura.
Quedan, su sonrisa y los gratos recuerdos de
sus característicos abrazos.
Es en momentos como este, cuando se terminan las
palabras, te das cuenta lo valiosos que son los abrazos...
***
El
excelso ciudadano
Recuerden: "La vida no va de
cromosomas"
Autor
pintura: Simó - de la Escuela Mexicana de Arte Down
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