viernes, 14 de septiembre de 2018


"El jardín de las delicias"


LA TERRIBLE HIPOCRESÍA DE SER POLITICAMENTE CORRECTO


Defraudado, sorprendido (y no tanto), asqueado, estupefacto, así son mis actuales estados de ánimo cada vez que leo en las redes sociales, posturas o posiciones que toman muchos amigos y conocidos, en los temas de candente actualidad.

A saber: lenguaje inclusivo. Detrás del teclado de una PC o del Celular, publican sesudos pensamientos apoyando la (mala) utilización del arroba, la x o la e, bajo el pretexto de incluir a las nuevas generaciones, aunque signifique bastardear el idioma. En privado, te confiesan que todo es puro  cartel y una tremenda pavada.

Otro gran tema, la interrupción del embarazo, más conocido por la muletilla de estar a favor o en contra del aborto, que a mi modo de ver fue muy mal tratado e inclusive, bastardeado, de acuerdo al color del pañuelo que usaran y que llevó a un punto de No escucharse y cada sector defender su postura a como diera lugar. Tanto que se llegó a discutir si había algunas vidas que valían más que otras. Discusión que aún hoy permanece abierta.

Y podría seguir hablando de más temas. Pero, como decían en la mercería de mi pueblo;  para muestra basta un botón.

Es cuando aparece la disociación entre lo que se dice en público y aquello que verdaderamente se piensa en privado. Habrán escuchado a personas (generalmente mayores) “ya no se puede decir nada” sin que alguien se ofenda, o que puedan incluso experimentar temor y preocupación por no dominar el lenguaje inclusivo y políticamente correcto.

Esto, muchas veces logra el efecto contrario, hay personas que no se consideran corresponsables de las injusticias que experimentan las distintas minorías y desarrollan un ambiente de hartazgo con lo políticamente correcto. Entonces empiezan a aparecer personas que creen que pueden decir cualquier cosa, lo que se le dé la gana sin ninguna consecuencia, y que, de un modo u otro, da lugar a que puedan desatar sus impulsos racistas, homófobos, misóginos o xenófobos.

El panorama actual nos muestra que la grieta, tan debatida y discutida, no solo no está atenuándose, sino que incorpora una nueva faceta. 

Tal es así, que de mis conocidos del tête à tête, que en las redes son “políticamente correctos”, más del 60 % no lo es tanto, y empiezan a ganar lugar en sus pensamientos, la intolerancia y el sectarismo.

Una verdadera lástima.

ººº
El excelso ciudadano

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