EL ERUDITO
Un
niño
meditaba
en silencio
absorto
entrañable
poderosamente
sabio
no
veía
los
rostros
ni
los cuerpos
de
los hombres tristes
*
Él
veía
mucho
más allá
veía
su
esencia
...
él
podía
ver su Alma.
El
excelso ciudadano
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