sábado, 10 de noviembre de 2018




UNA CARTA EXTRAVIADA


En mi ordenado despelote me encontraba tratando de decidir qué cosas irían a la basura y que no, en una de esas limpiezas que realizamos de nuestra casa con la promesa de tirar todo lo que no sea útil- y en las cuales inevitablemente, se vuelve a guardar un gran porcentaje de ellas –porque tal vez  sea útil en el futuro o de tarado nomas, cuando encontré una carta que me había escrito mi hija hace varios años atrás. Cuando la releía, mientras me secaba la alegría de los ojos, más agradecía a la vida por la oportunidad  de tener una hija como ella, a la que amo profundamente.

La carta decía lo siguiente:

“Quizás, desenmarañar los ovillos de mi cabeza y descomponer casi de manera atómica lo que siento, no es lo mejor que me sale, quizás dado el momento oportuno, si es que de hecho existe uno (y no lo son todos)no pueda unir fonemas en palabras más bonitas y descriptivas con todo aquello que, como nudo, no puede pasar más allá de mi garganta, quizás por eso estoy aprendiendo a entregar las cosas de otra manera, quizás por eso te estoy escribiendo con el insomnio del acompañante, y quizás, me atreva a decir –sí, soy una atrevida!- que todo esto se lo deba a tu 50% de genes. No es reproche para nada!

No sé si lo aprendí de vos, pero está más que claro que a los dos nos funcionan más las cosas por escrito, ya sea porque tengamos más tiempo para formular nuestros pasos o porqué en la escritura apartamos el orgullo y la “frialdad” y nos animamos a volcar, sin restricciones o límites, eso que hace tiempo aguarda salir.

Hoy la excusa más linda que encontré para escribirte es que no hay excusa, que te escribo porque es miércoles y estos días me encantan, que te escribo porque de madrugada es donde más viva me siento, que te escribo porque las sinapsis están a mil, y los engramas con recuerdos sobreviven a la conciencia cual catarata… y cómo quedarse estancado en el ayer no aporta, hoy –presente- te declaro este día memorable porque sí, si me entendiste algo, no necesito (ni necesitamos) motivos para hacerlo así.

Te Quiero Papá, y entre tantas líneas quise perderte un poco para no ponerte tan sentimental, pero sin más preámbulos, de eso se trata todo –Te Quiero- y tenías que saberlo.

PD: Y para que no quede otro por qué en el tintero… me inspiró algo que me dijiste ayer…Uno tiene que hacer lo que le gusta, le salga como le salga… por eso acá estoy hoy sentada frente a la computadora, siendo una burda imitación de una gran escritora, pero con la inmensa e implacable convicción de una nena, que cree (y está segura) que se puede tocar el cielo con las manos de la manera que yo quiera.”

....................

P.D (mío): No sé ustedes, pero yo creo que estas pequeñas cosas, son parte del material con el cual se construye la Felicidad.

ººº
El excelso ciudadano



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