DAR VUELTA LA HOJA
Siempre apostando a ser mejor, a compartir, a no doblarse
y renunciar, a poder
dar sin esperar y no al revés, a querer sin segundas intenciones, a hacer
simple nuestra complejidad, a ver oportunidades en las derrotas –que no son
fracasos- sino la oportunidad de tomar aire nuevamente y avanzar.
¡Cuántas oportunidades de crecer tenemos! y muchas veces
por desidia de las personas que nos rodean o nos rodeamos, sentimos que ponen
palos en nuestras ruedas y dificultan nuestro andar. Otras veces por desidia
propia dejamos pasar las oportunidades y muchas veces cuando las queremos
recuperar, ya es tarde, ya pasó o como dicen los gurises “ya fue”.
A veces, a pesar de poner lo mejor de nosotros mismos,
las cosas no salen como esperábamos y eso nos provoca una gran decepción,
enojo, bronca, insatisfacción y tristeza. Entonces buscamos echarles la culpa a
otros y no se nos ocurre mirarnos para adentro y ver cuál es la parte que nos
corresponde a nosotros por lo que pasó y donde estuvo el error o la
equivocación.
También puede suceder que una vez analizadas todas las
circunstancias, veamos que hicimos todo lo que pudimos hacer, todo lo que
estuvo a nuestro alcance y a pesar de ello, tampoco se dio como esperábamos.
Quizás debamos replantearnos en dar por terminada esa
etapa de nuestras vidas. Dar vuelta la hoja e iniciar un nuevo camino, un nuevo
tiempo.
ººº
El excelso ciudadano
No hay comentarios:
Publicar un comentario