domingo, 2 de diciembre de 2018




DÍAS DE LLUVIA (JUGAR en los CHARCOS)

Además de agua y alivio a los necesitados en los tiempos de sequía, parece que la lluvia, trae melancolía en barquitos de papel.

O de pronto, como leí por ahí, en estos días lluviosos, te golpean la puerta los recuerdos y uno, desprevenido e inerme, no está preparado para defenderse. Y una catarata de emociones inunda nuestra mente y Alma, en una mezcla proporcional de alegrías y tristezas.

Es cuando confirmamos que estamos vivos y que no solo somos un ente en un cuerpo prestado, sino que somos seres capaces de direccionar nuestra vida en el paso por esta tierra. Capaces de amar, de compartir, de llorar y reír, de darnos cuenta que somos gregarios por antonomasia.

Y entonces salimos a la vereda a sentir la lluvia y a jugar en los charcos, disfrazados del niño que fuimos, mientras el sol, escondido detrás de una nube, nos guiña un ojo.


Y sonreímos, miramos dentro nuestro o hacia el cielo, para dar gracias por estar vivos…

y nos sentimos felices.


***
El excelso ciudadano



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